En algunas ciudades el ayuntamiento obliga a los dueños de los perros a q éstos hagan sus necesidades en las rejillas y bordillos de la calzada, y q luego lo aclaren con agua, evitando, de esta forma, q lo hagan en las fachadas, vehículos o árboles, en cualquier acera, parterre, alcorque o sobre cualquier mobiliario urbano, bajo una fuerte sanción por incumplimiento.
En algunas ciudades el ayuntamiento obliga a los dueños de los perros a q éstos hagan sus necesidades en las rejillas y bordillos de la calzada, y q luego lo aclaren con agua, evitando, de esta forma, q lo hagan en las fachadas, vehículos o árboles, en cualquier acera, parterre, alcorque o sobre cualquier mobiliario urbano, bajo una fuerte sanción por incumplimiento.