Los vestuarios masculinos dan asco, con los suelos encharcados y por tanto con el riesgo siempre latente de resbalar, taquillas viejas (muy sucias y oxidadas), pocas duchas regulables (con agua fria), etc. Además se empiezan pequeños arreglos que nunca se terminan y quedan a medias, con el consiguiente desorden y suciedad, en cambio, los vestuarios de las mujeres, sin ser ningún lujo por lo menos están más decentes y limpios, con lo que no entiendo el porque de esta discriminación.
Los vestuarios masculinos dan asco, con los suelos encharcados y por tanto con el riesgo siempre latente de resbalar, taquillas viejas (muy sucias y oxidadas), pocas duchas regulables (con agua fria), etc. Además se empiezan pequeños arreglos que nunca se terminan y quedan a medias, con el consiguiente desorden y suciedad, en cambio, los vestuarios de las mujeres, sin ser ningún lujo por lo menos están más decentes y limpios, con lo que no entiendo el porque de esta discriminación.
Ola Juan Carlos, nós referímonos a investimentos no Centro Cívico Municipal, non ao Complexo Polideportivo.