Na Coruña Contas

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    Parece una buena idea invertir recursos en mejorar la difícil conjugación de la necesidad de iluminación artificial en una ciudad con el respeto a los ciclos naturales de luz que marcan los biorritmos de fauna y flora en general y humanos en particular. En los últimos años se ha avanzado en este aspecto en nuestra ciudad con la implantación de nuevas tecnologías eficientes de iluminación que eliminan la dispersión de flujo lumínico en la atmósfera y permiten amplios rangos de regulación de potencia lumínica tanto en el tiempo (hora por hora) como en el espacio (regulación independiente punto por punto). Un buen ejemplo en este caso es la reciente sustitución a luminarias LED del alumbrado público del Paseo Marítimo Riazor-Orzán, que ha permitido la eliminación de las antiguas luminarias de globo (una auténtica aberración lumínica en los tiempos que corren) por una iluminación más eficiente y armoniosa con el medio natural, dado además el bajo rango de temperaturas de color adoptado.

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